Add parallel Print Page Options

31 El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento.

32 En Damasco, el etnarca del rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme;

33 y fui descolgado en una espuerta por una abertura hecha en la muralla, y escapé de sus manos.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends